Responsabilidad política: me lo expliquen

Más allá de las consideraciones económicas respecto a la subida de impuestos y las demás medidas tomadas por el Gobierno en las pasadas semanas, hay un punto que no entiendo, por más que me lo expliquen. El de la responsabilidad política.

Resulta que la razón por la que el Partido Popular se ha visto obligado a renunciar a su prpograma electoral y no ha tenido más remedio que subir los impuestos es que el nivel de déficit no era el anunciado por el PSOE sino otro. Es decir, en el traspaso de poderes dijeron A y a dos días de la toma de posesión la cifra era B.

Dejemos a un lado tanto las medidas que se podrían haber tomado sin necesidad de subir los impuestos, como si no estaban al tanto los gestores del PP de que esto podría pasar, dado que sus comunidades autónomas tienen también déficits, y al hacerse cargo de algunas CCAA el pasado mayo, como la de Castilla-La Mancha, ya se encontraron un agujero.

¿No hay manera de que alguien asuma la responsabilidad política? Porque ya sé que la mala gestión del PSOE lo pagaron en las elecciones, pero ¿amañar, por más que sea por medios lícitos, de manera que el nuevo gobierno se encuentre un déficit notablemente más abultado, no es responsabilidad de nadie? De momento, los que pagamos el pato somos los sufridos paganinis, los que callamos y seguimos vaciando nuestras carteras.

¿Ningún técnico, gestor, secretario técnico, ministro? ¿nadie?

Conclusión: nos hemos dejado enjaular en un sistema en el que las malas gestiones, las zancadillas políticas, los abusos y todo lo demás, lo pagamos con el sudor de nuestra frente y no exigimos que haya rendición de cuentas, como en la vida «real».

5 comentarios sobre “Responsabilidad política: me lo expliquen

  1. Lo suyo sería que algún ministro o alto cargo recién nombrado dimitiera en desacuerdo con las medidas con un «no me nombraron para esto», pero desgraciadamente esas cosas nunca ocurren, ni aquí ni fuera, es un auténtico tabú y la mayor afrenta posible al partido. En nuestro caso, como ves en el PSOE nadie se responsabiliza de lo ocurrido, y a ningún dirigente de aquel partido se le ocurre decir, por ejemplo, que ni Rubalcaba ni Chacón porque ambos son culpables de la mala situación económica que vivimos, al menos por omisión. Otro tabú. Pides algo que en los sistemas políticos actuales es prácticamente imposible, pero es bueno que al menos alguien se lo pregunte.

  2. Esto de la responsabilidad política es una estafa que viene de lejos y siempre me ha cabreado. Se entiende que los políticos exijan responsabilidad política porque lo único que les interesa es que el que está se vaya y el lugar lo ocupe él. Pero los dueños del tinglado, que en teoría somos nosotros, deberíamos exigir responsabilidad de la misma manera que se exige a los administradores de las empresas o a un medico o a cualquier otro profesional.
    Si se falsifican las cuentas de una empresa en teoría se pueden exigir responsabilidades penales, lo mismo si hay administración fraudulenta creo que se llama delito societario. No sé porque un alcalde puede dejar un ayuntamiento sin poder pagar las facturas y salir por las buenas.

  3. Es al revés María.

    La responsabilidad política se paga en las urnas.
    La concreta responsabilidad en la gestión se exige por otras vías

    La gestión política global, se juzga en las urnas, pero en ningún caso las urnas liberan de las responsabilidades que se hayan generado por actos concretos de gobierno.

    Barrionuevo, por ejemplo, ha experimentado en carne propia la veracidad de este aserto, me temo que de forma inversamente placentera a la que experimento yo ahora al contarlo.

    Si el PP con su subida de impuestos se pilla los dedos, se le exigirá responsabilidad y si el PSOE al incrementar el déficit obró fuera de las facultades que la ley le otorga, se verá en problemas, no lo dude.

    ¿No me cree?

    Pues mire unos ejemplos más cercanos y menos dramáticos a ver si así se le pasa el berrinche

    Ahí tenemos a los hijos de Jesús Gil pagando las deudas que heredaron de su padre por la sanción que le impuso el Tribunal de Cuentas por la mala gestión municipal de Marbella. Los hijos, heredando las responsabilidades del padre, increíble, pero cierto. La Jurisdicción contable en acción

    Mire dónde ha terminado la antaño exitosa y rumbosa alcaldesa de La Muela, gracias a la jurisdicción penal

    Recuerde el caso de la frustrada número dos de Tomás Gómez, de cuyo nombre ahora no me acuerdo y como una declaración inicial de la jurisdicción contencioso-administrativa, decretando la nulidad de unos actos urbanísticos le supuso tanto a ella como a quienes la secundaron una posterior condena penal.

    Luego, formas de exigir responsabilidades hay. Es más, se ejercitan todos los días. Y por supuesto son una saludable fuente de satisfacción para cuantos ejercemos el escepticismo sistemático hacia los políticos. (A la vez a ellos les recuerda que son humanos, lo que tampoco viene mal)

    Pero me temo que su queja, no va por esto. Es más, intuyo que esto queda muy superado para usté, que da por supuesto que lo mínimo esperable es que todo esto sea así, y por eso dirige su crítica a otros ámbitos.

    Detecto que su post más bien expresa una íntima decepción, una continua frustración al observar impotente un estado de cosas que se vienen sucediendo con la más evidente ostentación sin que nadie se preocupe de cambiarlo ni a nadie parezca importarle los perniciosos efectos que de ello se derivan.

    Y ahí, no cabe perder la esperanza, pero a la vez es útil ser consciente de que no podemos dejar que una determinada opinión nos impida ver la realidad y que la realidad, María, siempre deja en minoría nuestras convicciones.

    Feliz año nuevo

  4. Mary Godiva, el asunto aquí no es si existe o se hace cumplir el asunto de la responsabilidad política, que si, en el momento en el que uno pierde unas elecciones ha sufrido el castigo político ejercido por el jurado popular en el juicio político.

    La cuestión es si seremos de una vez por todas de diferenciar el juicio político del juicio penal o civil o administrativo en el funcionamiento normal de su labor de gobierno.

    La pregunta sería ¿Es lícito contraer deudas en nombre de todos de manera que queden hipotecados hasta nuestros nietos y poniendo en grave riesgo el funcionamiento básico del Estado?

    La respuesta debería de ser no.

    Ero eso forma parte de una forma de estado, el estado mínimo o el gobierno limitado en el que se prohíba taxativamente el endeudamiento, el déficit, a los políticos que ejercen la labor de gobierno en ayuntamientos, diputaciones, comunidades o en el mismo gobierno. Es consecuencia de la forma elegida para el gobierno de una nación.

    Entonces lo que hay que hacer legal y judicialmente perseguible el gastar más de lo que se ingresa, que eso es en sí el problema que tienen todas las administraciones, que se han embarcado en gastos muy superiores a sus ingresos y ahora se han ido de rositas en muchos casos con los bolsillos llenos incluso de manera legal.

    Hay fórmulas pero hay que ponerlas en práctica. Pero primero hay que hacerlas leyes. Y para eso hay que conseguir las mayorías suficientes para convertirlas en norma.

  5. A mi me da mucho la impresión de que, como vengo sosteniendo en mis propios apuntes en un blog, tanto monta monta tanto, el PP como el PSOE, y que ese papelucho que dicen que es la crême de la crême del Derecho, es un remendón para que los mismos que antes de la Santa Transición se repartían el pastel, se lo siguieran repartiendo con la chaqueta vuelta. Por éso estoy al 100% de acuerdo con lo que expresa Lady Godiva: resulta que hace poco se acaba de saber que el preso más antiguo de España ha salido tras haber cumplido una condena de 35 años por un delito que se queda ridículo frente a lo que estamos viendo día sí, día también, y nos dice, además, que en las cárceles nunca se verá a un ladrón de guante blanco como Ruiz-Mateos, que por si no le bastó una, metió la mano en el saco dos veces. ¿Existe aquí Justicia? Es obvio que no. Y no es así porque, como he dicho al principio de mi comentario, no existe división de poderes: existe una Casta política privilegiada propia de una República bananera que hace lo que le place mientras satisfaga las exigencias de sus mayores clientes, los grandes de la banca.

    Lo demás son planteamientos cabalísticos. Y si nadie me cree, que me explique por qué Roberto Saviano, el valiente autor de ‘Gomorra’, que ha hecho que la mafia napolitana haya puesto precio a su cabeza, afirma en una entrevista en la edición digital de » El Mundo » que la Mafia no acabará si España no toma serias cartas en el asunto. Creo que ésta afirmación es demoledoramente concluyente.

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