Lo que me toca las narices de El País

Pues nada. Esta vez es El País, periódico sin sesgo ni amo el que ha publicado algo sobre «los ultras». Y me daría igual, en serio… si no fuera porque me salpica.

Participo desde hace un tiempo en dos tertulias, la tertulia política en Es La Noche de César en esRadio/Libertad Digital y en la tertulia económica de Cierre de Mercados de Susana Criado en Intereconomía. Dos cadenas de televisión de las que emiten en TDT que los imparciales y siempre pendientes de informar neutralmente de El País, consideran de ultra-derecha. No pongo los enlaces para no hacer publicidad.

Si analizamos el texto da la sensación de que hay cosas que no cuadran. Sin ánimo de ser exhaustiva:

– Julio Ariza, ex diputado del PP, es ultra. ¿Cuál es el argumento para afirmar que es ultra? ¿el alcalde de Madrid por ser del PP también? ¿Iñaki Gabilondo es neutral? ¿los del PSOE son ultras de izquierda?

«Para evaluar el cumplimiento de los compromisos adquiridos, PSOE e IU reclaman que un organismo neutral (el futuro Consejo Audiovisual estatal, por ejemplo) tenga capacidad para revocar las licencias de aquellos canales cuyos contenidos no se ajusten a las condiciones de la concesión». ¡Ah, claro! Es que IU y PSOE son neutrales también, y entienden que no puede ser que haya lugar para la derecha en ningún ámbito.

«Coloquios monocolor en los que se destilan los argumentos más reaccionarios y ultras han conquistado las pantallas de la nueva televisión». ¿Las tertulias de Luis Herrero con Elena Valenciano, las entrevistas de César Vidal a todo lo que se menea y se deja entrevistar, las tertulias de Susana Criado con Sebastián Reina o Alejandro Inurrieta, ambos del PSOE, son ultras? ¿Las tertulias de La Noria son multicolor?¿María Antonia Iglesias o Enric Sopena son moderaditos?

– «Las tertulias políticas son un buen termómetro de esa salud. «Ni son plurales ni tienen intención de serlo», apunta. «A veces tienen un toque de color (rojo) pero eso no implica que sean neutrales». Sotillos abunda en esta idea: «Somos la guinda». Y en las tertulias de las cadenas mayoritarias de televisión, cuyas concesiones son más que cuestionables, me pregunto ¿qué representación tiene la derecha? ¿y la derecha más radical?

El socialista Antonio Miguel Carmona es uno de los políticos que con asiduidad frecuentan las tertulias. A menudo, es la cuota de la izquierda en debates en los que la derecha gana por goleada (cinco a uno, las más de las veces). No se considera un sparring ni un tertuliano tipo. «Soy profesor de macroeconomía en la Universidad San Pablo CEU y voy donde me dice mi partido». Reconoce que la asimetría en el plató obedece «al desequilibrio que existió a la hora de otorgar las concesiones de TDT, sobre todo, en comunidades como Madrid». No. Es profesor de Economía Española y de Economía Mundial en la misma universidad en la que yo trabajo y queda claro por sus declaraciones que, no solamente va donde le dice el partido, sino que dice lo que le dice el partido.

Y eso me lleva a mi última reflexión que, con perdón, se refiere a mí.

Creo que nuestra derecha y nuestra izquierda son defensores de un Estado que se lo lleva crudo y creo que es necesario desmontar ese Estado. No creo en sus buenas intenciones, aunque sí creo que algunas personas dentro de los respectivos partidos se creen lo que les dice el partido y luchan por lo que creen que es justo y posible, es decir, un Estado al servicio de los ciudadanos. Siempre hay excepciones. A mí me parece que ese sueño es más utópico que ver un burro volando. Ya sé que mi idea de llevar la libertad/responsabilidad individual hasta sus últimas consecuencias es considerado por muchos (casi todos) como una utopía adolescente. Ya… Pero a esos que me atacan y se ríen (a veces en mi cara demostrándome su poder argumentativo) les diría que «su» Estado mínimo es una falacia como lo demuestra toda la historia de la humanidad.Y no les diría nada más porque prefiero hacer cosas y no perder el tiempo. Desde luego, vivo en este país, con estas reglas del juego y no camino sobre las aguas… pero me rijo por unos principios que se centran en la libertad individual y el respeto a la misma, a la mía y a la de los demás.

No hablo de religión en público. Me parece un tema demasiado íntimo. Punto.

Defiendo la igualdad ante la ley de todas las personas con todo lo que eso implica, no importa con quién se acueste uno, o si vende su cuerpo (que siempre es mejor que vender su alma) si viste sotana o si es pobre o rico. Todos por igual. Defiendo la libertad de expresión para todos: el etarra, el nazi, El País, Libertad Digital o quien sea. Y si molesta, boicotee usted, no compre el periódico, escriba contra esa idea, haga un buen corte de manga. Mientras no mienta, exprésese. Si está usted generando odio y no me gusta, yo debería hacer algo (no pedir al Estado que lo haga por mí por si mancho los pantalones o porque es más cómodo).

Me parece un error que se paga a largo plazo legislar cuestiones morales que se deberían asimilar de otra manera. Uno se percata de ello cuando alcanzan el poder de legislar quienes tienen una moral diferente.

Una vez dicho esto… tal vez soy ultra.

Yo voy donde me llaman y digo lo que opino con la moderación que considero. Me da exactamente igual esa etiqueta, como me da igual que me llamen libertaria, liberal, carroza, retrógrada, progre, mala, buena o imbécil… pero que me acusen de ser de derechas, no lo soporto.

32 comentarios sobre “Lo que me toca las narices de El País

  1. Actualizando enlaces…

    Mary, despues de todo, piensa en las !dos páginas completas! de propaganda gratuita para Libertad Digital e InterEconomía…

    Habría que darle un par de besos a Janli.

    Saludos ultras 🙂

  2. No, no eres ultra.

    Ese es uno de los trucos propagandísticos de los socialistas de el país: hacer creer que todo el que no piensa como ellos mandan, es ultra. Y el problema es cuando hasta el interesado se cree esa bazofia, y se cree que es ultra.

    Los ultras son los de el país. Ellos son los que han defendido, por ejemplo, al genocida sadam husseim. Y defender que un genocida tiene derecho a asesinar a sus súbditos, y que los americanos no tienen derecho a defender la vida de ese pueblo que está siendo masacrado, es muy ultra. Pero defender que los americanos hacen bien defendiendo a los iraquíes indefensos que están siendo machacados por un genocida, como defendemos muchos, es moderado.

    Defender que un asesino socialista, como de juana chaos, no debe pasar más de un año en la cárcel por cada asesinato que ha cometido, es ultra. Y el país lo ha defendido. Defender que ese asesino debe pasar muchos años en la cárcel es moderado. Por mucho que los socialistas de el país digan justo lo contrario.

    Defender que el estado tenga un control asfixiante sobre la economía y sobre el suelo, como defienden los socialistas de el país, es ultra. Defender que el suelo hay que liberalizarlo, y que el ciudadano debe ser libre, y que el estado sólo debe defendernos, y dejarnos trabajar, es moderado.

    Así que no caigamos en las trampas de los socialistas de el país, que llevan desde que murió el Generalísimo diciendo qué es bueno y qué es malo en España. Los ultras son ellos. Y son socialistas. Por mucho que antes se llamasen “diario independiente”, y ahora se llamen “nosecomo”, son socialistas. Y los liberales, conservadores, y derechistas en general, somos moderados.

  3. Se les ve el tufillo a demócratas a la legua. PRISA si pudiera se pondría a cerrar su competencia y quedarse ella como la dueña del lugar. Por eso siempre ataca con el puñetero extremismo de la derecha.

    Como si entrando en sus páginas no se ve extremismo en, por ejemplo, las crónicas de oriente medio.

    Me imagino además que el sacar este artículo se deberá a que estos canales están subiendo de audiencia. No les dan publicidad gratuita porque sí.

    Un abrazo, María!

  4. Pues eso es a lo que me refiero, María: a ti te da igual quien sea quien imponga qué está bien y que está mal, y a los socialistas del país sólo les parece aceptable ser ellos quienes lo impongan y, además, no soportan que nadie opine distinto, aunque sea desde un medio pequeño. Por tanto, tú eres moderada, y los socialistas de el país son ultras.

  5. Te comprendo perfectamente.

    Justamente esta semana me he indignado más de lo habitual con El País debido a las crónicas que su corresponsal en Washington está haciendo sobre el movimiento Tea Party, libertario en sus orígenes, en su esencia y que sigue siéndolo aún hoy a pesar del intento de los republicanos por cooptarlo.

    Bueno, según la corresponsal son un grupo de fascistas, racistas, fundamentalistas y tipos obsesionados con los impuestos.

    Así que he perdido mi valioso tiempo escribiendo una carta al director del periódico para denunciar una manipulación tan burda. No lo he podido evitar.

  6. María: como ves, se ponen nerviosos los integrantes de la izquierda. Quizás confunden que quien les está quitando el monopolio de muchos temas no es la derecha, sino el propio PSOE, eso sí, con dolor de González -¿recuerdas lo que dijo de fuego amio-? En fin, tú sigue así, que, por lo que les molesta, es, seguro, la buena línea.

  7. «…pero que me acusen de ser de derechas, no lo soporto.»

    Pues tendrás que apechugar. La derecha es todo lo que rechace, critique o abomine de algunas de las actuaciones de ‘la ideología’. En una simbiosis que rentabiliza intereses opuestos. Acapara su cosecha ideológica natural y la protege contaminando o destruyendo la del resto de la humanidad.

    ‘La ideología’ nunca entra a debatir con los que la critican. Directamente puentea el debate, situando a los críticos a la derecha a modo de descalificación directa, como posición moderada, y en la derecha extrema cuando los fundamentos y argumentos del crítico son inapelables. Es decir, cuanta más razón tengas más a la derecha serás transportada. A veces con aliños o adornos como fascista o peores. Tu misma caes en su truculenta forma de descalificarte a tí misma, convirtiéndo en tabú las razones por las que no te identificas con ‘la ideología’.

    Eso es la derecha. No hay otra. La componente ideológica de la derecha en sí misma, es difusa hasta casi irreconocible o inxistente, al ser inventada por ‘la ideología’ como vertedero. La derecha se configura en lo opuesto o contrario al vacío político de la izquierda, especialmente demonizado por la izquierda para cómodo muladar de sus propias miserias.

    Históricamente se ha criminalizado a la derecha sin que nadie se de por aludido, porque igual que tú, no solo es que nadie es esa derecha, sino que además rechaza serlo en base a una negativiada tan virtual como su pria inexistencia, obviando inconscientemente que esa derecha somos todos los demás, dejando así el camino expedito a la legitimación de la habitual actividad bastarda de ‘la ideología’, cuya componente criminal es imputada a un ente con el que nadie se reconoce, pero cuya culpabilidad de todos los males que nos acaecen es hábilmente vendida y comprada, por el conjunto de sus millones de víctimas.

    Si desaparece la izquierda, se acaba la simbiosis con la que nutre su perniciosa existencia, con lo que desaparece automáticamente la derecha que la digiere. Si no hay luz todo es sombra. La corriente eléctrica se define como la circulación de electrones por un conductor. Entre electrón y electrón, existe un neutrón que es el hueco que deja el electrón en movimiento. Si desaparece el electrón no hay neutrón. Desaparece la corriente eléctrica.

    Si desaparece ‘la ideología’, desaparece la derecha. Desaparece la simbiosis. Solo queda la normalidad que rehabilita los espacios y equipamientos jurídicos y morales, para la convivencia.

    Mientras tanto, si no eres luz, eres sombra. Si no eres electrón eres neutrón. Tus esfuerzos por ser tú solo los podrás desarrollar en los más hondo de tus sentimientos, pero cada vez que los saques a paseo, serán calificados y catalogados por ‘la ideología’ y privilegiados o discriminados por sus ‘cordones’. Si les sirven serás de izquierda, si no serás de derechas. Si son útiles para las garantías al derecho, a la paz y a la convivencia cívica, entonces serás de la derecha extrema. Si necesitas defenderte de sus tarascadas, entonces serás una fascista de la leche.

    No le des más vueltas. Hay que desenmascarar la existencia de la derecha, renombrándola como la gran masa social que no se identifica o no se beneficia de la habitual criminalidad de la ‘ideología’. Hay que ‘desestigmatizar’ el trauma de ‘la derecha’, haciendo que ‘la ideología’ se trague sus miserias impidiendo su habutual reparto entre su amplio elenco de víctimas además de culpables.

    PD.- Parece que el IJM también hay algún adicto al uso de las tijeras. ¿Sabes algo?

  8. Pocas personas conozco tan dueñas de su independencia como tú. Aún son menos las que conozco capaces de llevar en todo momento la mirada «soy así, o me tomas o me dejas».

    María, no te sulfures. Sácales el espejo y que se miren, los que puedan ver; que descubran el líquido hediondo que brota de sus cicatrices mal curadas, esas que se han ido dejando improntar con cada genuflexión ante la corrección política del pensamiento único.

    Tal vez alguno se asuste …. o tal vez no. Peor para ellos.

  9. Estos de Prisa son tan inútiles que no se acuerdan de que a ellos también les dieron canales de TDT en algunas demarcaciones (creo que en Madrid también pero no estoy seguro) y tuvieron que cerrarlas porque perdían dinero a mansalva.

    Lo de Prisa en España es para morirse de risa. Toda la vida intrigando, mintiendo, falseando, manipulando y ahora salen con este artículo lleno de insultos y vacío de contenido… así les va, que ha tenido que comprar la compañía un fondo americano (a saber quien está detrás) para salvarles de la quiebra… por ahora.

    Juas juas.

  10. Todo medio de comunicación público es criticable, y, dada la cantidad de información que recoge, siempre se encontrarán motivos para esa crítica.
    Dicho esto, la titular nos informa de su participación en una tertulia de «Libertad Digital». Según la wikipedia (si los datos están mal, ruego se me corrija), Federico Jiménez Losantos «es copropietario, editor y colaborador del diario digital Libertad Digital» . Yo he escuchado a este señor decir en la radio, con ocasión de la muerte de Pinochet, que lo que éste había hecho (entiéndase, el golpe de Estado de 1973 y sus consecuencias) le parecía bien, aunque con posterioridad pudiera haber habido «algún exceso». (Como la humorista Eva Hache le replicó, con gracia y con razón, en el programa que entonces tenía en «Cuatro», un exceso se llama cuando uno se pasa comiendo en Navidad; lo de Pinochet es otra cosa).
    Si mi opinión acerca del señor Jiménez Losantos -y, por extensión, de los medios de comunicación en que tiene papel relevante- es negativa, no es ni por mala voluntad personal ni porque nadie me haya adoctrinado para que me disguste; es porque declaraciones como ésas -oídas, repito, con estas orejas-, para mí le condenan solo.
    Reconozco que no le he oído pedir un golpe de Estado semejante en España; pero sería perfectamente coherente que lo hiciera, dadas sus ideas sobre la situación actual. Y, como ocurre que yo soy demócrata, es evidente que tan intolerante caballero y yo no podemos entendernos, y no por culpa mía.
    Cuando «Lady Godiva» supone que los críticos con él o con «Libertad Digital» lo somos por adoctrinamiento o por intereses espurios, no sé si ignora detalles como el que he contado (y otros muchísimos que no cuento por no hacer esto interminable), o si prefiere deliberadamente ocultarlos. En cualquier caso, no tiene razón.

    1. Marinero:
      Puede usted sentir antipatía por quien sea, decirlo y proclamarlo a los cuatro vientos. Solo faltaría. Y no creo en su mala intención. Pero yo no hablaba en esta entrada de lo mal que cae Federico, ni de sus ideas. De lo que hablo es de que El País proponga la creación de un órgano censor de las TDT, con el argumento de SON ULTRA, y se generalice. Tal vez Luis Herrero le parezca menos desagradable, porque es demócrata y creo que nunca ha dicho ese tipo de cosas respecto a Pinochet. Pues también está metido en ese ajo…
      Yo no comulgo con muchas ideas de Federico, César Vidal, mi propia universidad… pero no pido que les censuren. Eso sí, como usted, puede expresar mi disgusto, mi discrepancia, mi antipatía e incluso mi asco hacia otras ideas, o hacia otras personas.
      Yo no he dicho que todos los críticos con LD lo son por adoctrinamiento, digo esto: Defiendo la libertad de expresión para todos: el etarra, el nazi, El País, Libertad Digital o quien sea. Y si molesta, boicotee usted, no compre el periódico, escriba contra esa idea, haga un buen corte de manga. Mientras no mienta, exprésese. Si está usted generando odio y no me gusta, yo debería hacer algo (no pedir al Estado que lo haga por mí por si mancho los pantalones o porque es más cómodo).

      Está usted poniendo en mis dedos palabras que no he tecleado y eso es algo bastante feo. Se llama mentir.

  11. marinero, entiendo que las defensas más o menos encubiertas que ha hecho desde siempre el periódico socialista El País de las dictaduras socialistas, como Cuba, o la URSS y sus satélites cuando existían, incluso de las bandas terrorista socialista ETA, o GAL, harán que tengas una opinión muy mala del periódico socialista El País. ¿Me equivoco?

  12. Lamento haber malinterpretado las palabras -y, por lo que se ve, las intenciones- de «Lady Godiva». Pero me parece claro que un defensor del golpismo no es el mejor aval para la pureza democrática de un medio de comunicación, y de quienes intervienen en él.
    «Lady Godiva» titula «Lo que me toca las narices de EL PAÍS». Por lo que se ve, en «Libertad Digital» hay en cambio pocas cosas, o ninguna, que le toquen igualmente las narices; al menos, no aprovecha la ocasión para referirse a ellas, si existen.
    Yo, que leo EL PAÍS y he tenido ocasión, como digo, de escuchar por radio a Federico Jiménez Losantos, no tengo ninguna duda de a dónde me dirigiría, entre EL PAÍS y «Libertad Digital», a la hora de buscar libre confrontación de ideas. Y, repito, no por capricho ni por adoctrinamiento, sino únicamente por mi aprecio a la democracia y a dicha libre expresión y confrontación de ideas distintas.
    Respecto a «Jose» y su pregunta, es obvio que él no lee EL PAÍS, por lo que la idea que dice tener del periódico él dependerá de lo que le cuenten. Se refiere, por ejemplo, a, cito, «la defensa más o menos encubierta» que, según él, ha hecho «desde siempre» EL PAÍS de Cuba y otras «dictaduras socialistas». Por citarle un ejemplo reciente, su editorial del 19 de Marzo pasado lleva el siguiente subtítulo: «La amistad con el castrismo es incompatible con la defensa de los derechos humanos». El editorial mismo sigue el tenor que puede deducir de semejante entrada. Y como ese ejemplo, le podría citar muchos más. Respecto a ETA o los GAL, las citas serían interminables: la cantidad de veces que EL PAÍS ha dicho, por activa y por pasiva, que el único futuro concebible para ETA es su desaparición o se ha referido a ellos como la banda criminal que son -exactamente con esas palabras- se cuenta por centenares, sino por miles; dígase lo mismo de los GAL. (Por cierto, dado que los GAL eran una iniciativa -lamentable- contra ETA, ¿no encuentra nada raro en su idea de que los mismos que apoyan, según él, a los unos apoyen también a los otros?). Claro que, visto que «Jose» no saca sus datos de la realidad, sino de lo que le han contado, será probablemente inútil que trate de desmentirle con los hechos, ya que evidentemente éstos, los hechos, no son su fuente. (Y, por cierto, nada tiene que decir acerca del elogio de Jiménez Losantos a Pinochet que contaba en mi nota anterior. ¿Hemos de deducir de ello que él también lo aprueba? Porque dicho elogio, al contrario que sus afirmaciones sobre EL PAÍS, no es imaginario).

  13. marinero, sí leo El País de vez en cuando, para conocerles (¿o tal vez debería decir “para conoceros”?. Y por eso sé que fue el principal defensor de que el gobierno español sacase de la cárcel a todos los etarras, asesinos y dirigentes incluidos, en 1977. Que defendió lo buenas que eran las ruedas de reconocimiento que los jueces socialistas organizaban con miembros de información de la Policía y Guardia Civil ante denuncias falsas de etarras, y que supusieron el asesinato de algunos policías y guardias. Que vendieron como buenas y necesarias las “reinserciones” de etarras que llevó a cabo el socialista gonzález, y que consistían en sacar asesinos etarras sin pedirles nada a cambio. O que se opuso radicalmente a la ilegalización de HB, partido a través del cual el gobierno español financió a ETA desde 1978. O que no critica al gobierno socialista actual por no echar a ETA – ANV de los ayuntamientos, y dar dinero de todos los españoles a ETA – ANV, con el cual, muy probablemente, ETA ha financiado sus últimos asesinatos.

    Y sobre los GAL, periódico socialista El País primero encubrió al gobierno socialista que había organizado ese grupo terrorista socialista, y luego nunca ha pedido que se investigue hasta saber quién era el máximo responsable de los GAL, a quien el juez socialista Garzón llamó Míster X, y cerró la investigación para que no se pudiese investigar quien era.

    Sobre sí es contradictorio que el periódicos socialista apoye a los grupos terroristas socialistas ETA y GAL, puede que lo sea, pero lo cierto es que los ha apoyado. Y tal vez no sea tan contradictorio, si tenemos en cuenta que el periódico El País, ETA y GAL son socialistas, y tradicionalmente los socialistas se han asesinado entre ellos en unos momentos, para aliarse en otros.

    Pero lo de que el periódico socialista El País no apoya a la dictadura socialista de los Castro, eso es de risa. Muy interesante la cita, eso sí, que sirve para que veamos la estrategia que El País utiliza desde siempre, consistente en criticar a quien defiende, para ganar credibilidad, pero luego criticar aún más a quienes atacan de verdad a sus protegidos. Está muy visto, pero la verdad es que les sigue funcionando. Y los socialistas de El País, igual que ahora defienden la dictadura socialista castrista, y la chavista, han defendido a todas las dictaduras socialistas que han existido, incluidas la soviética y las de sus países satélites.

  14. Es ciertamente especial la respuesta de «Jose». Si uno, por ejemplo, asegura que en Canarias hay montañas muy altas, él lo niega y uno le saca el ejemplo, digamos, del Teide, contestará impertérrito que eso es para disimular. Si uno le explica, un suponer, que entre los asesinados por ETA había no pocos militantes y simpatizantes socialistas -recordemos tan sólo a Ernest Lluch, Fernando Buesa, Jáuregui o unos cuantos concejales-, nos explicará que es que «a veces se pelean». En otras palabras, él tiene sus tópicos perfectamente asimilados, y todos los hechos del mundo no le harán cambiar un ápice.
    De ahí que, después de citarle yo el editorial de EL PAÍS subtitulado, como ya dije «La amistad con el castrismo es incompatible con la defensa de los derechos humanos» (cualquiera puede verlo aquí mismo en Internet; es, como ya dije, del 19 de Marzo pasado. Y no es más que un ejemplo entre muchos), él cierre su nueva nota asegurando tan campante que «los socialistas de El País, igual que ahora defienden la dictadura socialista castrista…». El Teide, no cabe duda, no es más que una montaña pequeñita que se ha puesto de puntillas para disimular.
    Ante tan perfecta impermeabilidad a los hechos, es evidente que «Jose» puede defender lo que quiera: desde que los leones son vegetarianos hasta que de noche hay más luz que de día. De veras, no sabe uno si admirarlo o asustarse. (Y no esperemos que nos diga lo que piensa del elogio de Jiménez Losantos a Pinochet: eso no debe venir en su cartilla, luego ni hablar del tema).

  15. marinero, di lo que quieras, yo sólo te advierto de que si dices en público que el periódico socialistas El País es anticastrista se te van a reír. Pero si lo quieres ir diciendo, es cosa tuya.

  16. En fin, aquí lo dejo, no sin admirar la inasequibilidad a los hechos que es capaz de mostrar el amigo «Jose». De modo que, si digo en público que un periódico que subtitula un editorial reciente -lo repito una vez más, porque parece incapaz de captarlo- «La amistad con el castrismo es incompatible con la defensa de los derechos humanos», muestra claramente ser anticastrista, «se me van a reír». Supongo que por la obviedad, de la misma manera que alguno se reiría si me empeñara en afirmar, como un importante descubrimiento personal, que 2 y 2 son 4. Menos mal, ahora que lo pienso, que no se le ha ocurrido explicarnos que Ernest Lluch, Fernando Buesa y los demás no fueron asesinados por ETA, sino que se suicidaron con la única y malévola intención de atribuir a ETA su muerte y que así se creyera que los malvadísimos socialistas no eran los furibundos partidarios de ETA que «Jose» (y sólo él en el mundo, supongo, lo cual tiene su mérito) sabe perfectamente que son. En fin: los términos a los que puede llevar el fanatismo son verdaderamente admirables.

  17. Pero marinero, claro que ETA es socialista, y que ha asesinado socialistas. Igual que los frentepopulistas del Frente Popular asesinaban frentepopulistas ¿O acaso los que desollaron vivo al frentepopulista Nim no eran frentepopulistas?. Igual que en las matanzas del socialista Stalin asesinaban a miles de socialistas. Y también los socialistas nacionalistas alemanes y los socialistas marxistas soviéticos se asesinaron, después de haber sido aliados.

    De hecho, nadie ha asesinado a tantos socialistas como los socialistas.

    Tal vez desconozcas que esto es así, pero eso no es ecuanimidad, ni centrismo, sino simple ignorancia. O, tal vez, fanatismo. O, incluso, ignorancia fanática.

  18. Que sí, amigo «Jose», que eres Napoleón. Nadie lo discute; yo no, por lo menos. Pero un consejo: háztelo mirar, cuando puedas, ¿vale? Hasta nunca, majo.

  19. marinero, hay que ver qué poco os gusta la verdad a los socialistas, y cuando os gusta hacer comentarios despectivos y poco educados.

    Tú sigue leyendo el periódico socialista El País, y si algún día hacen un editorial exigiendo que se investigue quien fue el máximo responsable del grupo terrorista socialista GAL, el tal Míster X, te pido por favor de que pongas aquí el enlace, porque estaré encantado de leerlo.

  20. En fin, aquí lo dejo. Desisto: es inútil. Con alguien cuyas únicas convicciones políticas caben en el siguiente principio: hay dos clases de personas, los míos, que son los buenos y los listos, y los que me contradicen, que son socialistas tontos y malvados (los tres adjetivos, básicamente, son intercambiables), ciertamente no se puede razonar, y además intentarlo es perder el tiempo. ¿»Piensas» como yo? Entonces eres bueno y listo. ¿No lo haces? Entonces eres socialista, tonto y malo. Como se ve, sin intercambiar una palabra uno ya sabe a qué atenerse. En este esquema, luego, se encajan los hechos, aunque sea a martillazos, y si ni así hay manera -véase, sin ir más lejos, lo de ETA y los GAL-, pues peor para los hechos. Las comillas en «piensas», no necesito aclararlo, es porque semejantes elementalidades panfletarias de manual nada tienen que ver con el pensamiento, que requiere de una formación y una sindéresis infinitamente mayores. Pero en fin, igual que concedí a «Jose» que fuese Napoleón si quería, le digo ahora que si quiere ser… Sócrates (no, ése no, que ése era consciente de su ignorancia, cosa imposible en el caso de «Jose»: Aristóteles, por ejemplo), por mí que lo sea. Y que no se preocupe: la falta de pensamiento propio nunca ha matado a nadie (como ya dijo Hartzenbusch -creo que era él, cito de memoria: «¿Sin cabeza? ¡Ay de mí!», dijo el pescado. / ¿Por esa pequeñez te desazonas? / Pues hoy viajan así muchas personas».), y, por otra parte, lo que yo diga no tiene ninguna importancia: le contradigo, luego soy un malvado y tonto socialista. En fin…

  21. marinero, observo que no soportas la verdad, pero te encanta despedirte. En tus 3 últimos mensajes has puesto: “En fin, aquí lo dejo”, “Hasta nunca, majo”, “En fin, aquí lo dejo”.

    Pero en ninguno me has puesto un editorial del periódico socialista El País pidiendo que se investigue hasta el final el caso GAL, hasta que se llegue a saber quién fue el máximo responsable de ese grupo terrorista socialista entre cuyos máximos dirigentes estuvo un ministro del interior del PSOE. Y tampoco, por ejemplo, has colgado un enlace en el que el periódico socialista El País pida que se investigue el 11M hasta llegar a saber quién lo organizó. Es más, ni siquiera parece interesarte a ti el tema: ¿No quieres saber quién dirigió el grupo terrorista socialista GAL, o quién organizó el mayor atentado de la historia de Europa? O tal vez es que en el periódico socialista El País ya han aclarado esas dudas y yo, como no lo leo, no me he enterado.

    Eso sí, has demostrado sin lugar a dudas que el periódico socialista El País es un ferviente luchador anticastrista. Deberías contárselo a los disidentes cubanos, que creo que no lo tienen tan claro.

  22. Aunque con un retrasillo de 4 meses (acabo de leer hoy este post y los comentarios) querría decir algo a María Blanco y también a marinero.

    A María: saludos, sabes que te tengo la máxima admiración, aunque discrepemos en eso del anarco-capitalismo. Creo que la lucha no es entre los que creen en el Estado mínimo y los ancaps… ¡Ojalá hubiera más gente en la derecha que creyera en lo primero! (En la izquierda es prácticamente imposible).

    A marinero: Para juzgar adecuadamente lo que tú dices que afirmó Jiménez Losantos sobre Pinochet, habría que conocer sus palabras literales, que tú no citas. Pero conozco su pensamiento lo bastante para saber que lo que seguramente quiso decir es que Allende fue un desastre, que conducía a Chile a la sovietización, y que el golpe de Estado fue el mal menor. En cambio, si bien es cierto que El País tiene últimamente una posición más decente sobre Cuba, históricamente sabes que no ha sido así. Bienvenida la rectificación, pero que ahora el grupo de comunicación que empezó editando libros de texto del franquismo y reprodujo el mismo esquema de negocio protegido en dictaduras sudamericanas no nos dé lecciones de democracia.

  23. A mí también me ponen etiquetas varias. Entre ellas la de ser derechas, reaccionaria, radical, ultra, etc. El caso es que ser independiente crea inseguridad, confusión y puede que hasta envidia. Es como tener una balda llena de frascos de cristal cada uno con su etiqueta para no equivocar el contenido. Cualquier ignorante sabe que un frasco sin etiqueta puede contener veneno.

    Saludos desde la independencia.

  24. Pues nada, María. Bienvenida a WordPress. Has entrado como un misil y ahí tienes la controversia, que espero se mantenga en cada entrada.

    En lo que se refiere a la entrada, me hace recordar una frase que no sé si es de Mingote, pero sí de un humorista famoso, que viene a decir «facha es el que no piense como tú». A la pesoe parece que le basta con «señalar fachas» para justificar su existencia. Pero es que también hay que guardarse de los socialistas de derecha (jugando siempre con el significado tradicional de «izquierda» y «derecha», que no sé hasta qué punto son términos vigentes hoy). En resumen: es complicado ser libre de pensamiento hoy en día. Lo cómodo, desde luego, es balar junto al resto del rebaño.

    Besos y sigue así 🙂

  25. Estupendo artículo que no merece ser siquiera comentado por lo impecable. Todo en él es cierto, certero y muy definitorio de la intrínseca vena propagandística de El País. Una lástima que un diario decano de la prensa española fundado por ¡Manuel Fraga! según dijo él mismo en una entrevista en » El País » – no sé si creérmelo, francamente. Personalmente te animo a seguir así, porque bajo mi punto de vista la independencia en el pensamiento es algo que en un país como éste escasea, y, como buena economista, lo escaso es precioso.

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