Lorenzo Ramírez lo dijo: «Las cajas serán rescatadas por los contribuyentes»

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Transcribo el artículo de Lorenzo Ramírez de enero del 2011. Ha pasado un año y medio. Sin palabras. Fue censurado.

<< La «bomba de relojería» que encontró el diario británico Financial Times en un armario de la economía española está a punto de estallar. De nada han servido los intentos de la vicepresidenta económica de convencer a los mercados y a los sufridos contribuyentes de la capacidad del sector financiero para salir de la crisis sin la ayuda estatal.

Salgado mintió en la cadena norteamericana CNBC sobre el estado de las cajas, al igual que lo hizo Zapatero en los inicios de la recesión y del mismo modo que el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, un hombre que tiene carnet del PSOE y que ayudó al partido a mantener el poder en 2008 ocultando el verdadero estado terminal de la economía española.

Ya nadie puede ocultar la verdad, especialmente después del reportaje que nos dedicó ayer uno de los diarios más prestigiosos en lo que a finanzas se refiere. El rotativo norteamericano The Wall Street Journal avanzó algo que en estas páginas se había contado muchas veces, la última a principios de esta semana: los políticos han llevado a casi la mitad del sistema financiero al borde del precipicio y ahora hacen falta decenas de miles de millones de euros de los contribuyentes para salvarlo.

Todos la prensa salmón nacional da hoy detalles sobre el proyecto de salvamento de las cajas de ahorros, una iniciativa con la que se pretende evitar el desastre universal y que puede, al mismo tiempo, ser la puntilla que provoque la suspensión de pagos. ¿Por qué? Es bien sencillo: ahora mismo el Estado no tiene fondos para salvar a las cajas de ahorros y existen muchas dudas de que pueda conseguir el dinero en el mercado (emitiendo deuda, es decir, vendiendo papelitos) a un interés asumible para las maltrechas arcas públicas españolas.

Irlanda tuvo que se rescatada porque el Estado respaldó a un sistema financiero que, a pesar de haber aprobado las pruebas de resistencia de Bruselas (test de estrés), estaba quebrado. Ahora muchos temen que España esté en una situación parecida debido a las barbaridades que han hecho muchos consejos de administración de cajas de ahorros, un hervidero de intereses políticos y sindicales que nunca deben afectar a decisiones financieras, porque cuando ocurre la caída está asegurada.

El diario Expansión destaca que «Ordóñez pide cambios normativos para capitalizar las cajas» y anuncia que el Banco de España «ha marcado en un documento para inversores los cambios regulatorios necesarios para capitalizar las cajas, entre los que plantea las inyecciones de capital público».

Plantea que, «si es necesario», el fondo de rescate bancario español (llamado FROB) podría aportar financiación adicional a las cajas, en forma de préstamos temporales mediante participaciones preferentes. «En última instancia», considera la entrada directa del Estado en el capital de las entidades de forma temporal, lo que supondría una nacionalización parcial.

Por su parte, El Economista da por hecha está nacionalización y asegura que «el Estado podrá estar cinco años en el capital de las cajas». Además dice que el Ministerio de Economía llevará a cabo el cambio legal cuando cierre la reforma de las pensiones:

«El Gobierno quiere solucionar cuanto antes la situación de las cajas de ahorros, una espada de Damocles para la economía española. Economía y el Banco de España mantienen contactos con la idea de que el FROB, a través de bonos garantizados por el Estado, adquiera acciones o cuotas participativas para apuntalar la solvencia de las cajas que lo necesiten».

Para evitar dar la sensación de una nacionalización, el Gobierno «dará carácter temporal a su entrada, con un periodo máximo de cinco años, tras los que las cajas rescatadas deberán recomprar los títulos», explica el periódico que, en su Editorial, considera que las fusiones frías (SIP) «no han terminado de propiciar la reestructuración suficiente» y el Frob concede unas ayudas que luego hay que devolver a unos «intereses elevadísimos».

El Economista denuncia que estos «son los parches que se apañaron fruto de que Zapatero se empeñase en negar las dificultades«.

Y por último, Cinco Días, el buque económico del Grupo Prisa, intenta salvar la cara al Gobierno. El diario atribuye la nacionalización a la responsabilidad del Ejecutivo y a su «empeño por recuperar la credibilidad de los mercados«. Cifra el coste máximo del rescate en los 7.500 millones y felicita el que responsables gubernamentales «entren en los consejos de las cajas de ahorros que se recapitalicen». Pero, nuestro sistema financiero… ¿no era el más sólido del mundo? >>