Cuando tengas problemas aparecerán, como salidos de ninguna parte, ejércitos de consejeros profesionales que te dirán lo que tienes que hacer, te venderán soluciones únicas (a veces revestidas de «mi humilde opinión», no te dejes engañar, es soberbia disfrazada) y sabrán mucho mejor que tu lo que necesitas. Lo sé porque pasa lo mismo con los problemas económicos y sociales.
Estamos en crisis ¿verdad? pues no queda nadie o casi nadie que se haya abstenido de presentar la salida de la crisis. Leía la propuesta de Xala i Martín (es un economista conocido, está en Facebook, puedes hacerte amiga suya, leerle y comentar sus escritos), y me comentaban mis amigos cómo se nota que no tiene ni idea de política monetaria. Uno de ellos decía «Vaya espectáculo están dando todos» y me acordé de tí, Milady. De tí y de quienes os miráis en los mayores.
Ya sabes que a río revuelto, ganancia de pescadores, es decir, que cuando la cosa va mal, siempre hay un listo que se beneficia. Y ya he comentado por aquí que los economistas, supuestamente especialistas en economía, nos estamos beneficiando porque con esto de la crisis, la recesión y la que se nos viene encima, los micrófonos y las miradas nos apuntan. Y, Milady… ¡es tan fácil decir tonterías! Mucho más sensato es no ir de experto, se sea o no, porque antes o después, te creces y caes en la tentación de hablar de más. Sin ir más lejos, el lunes coincidí con uno de estos «expertos» que no para de salir en radio, televisiones, etc… que con la mayor «alegría» del mundo aseguró que Trichet (que dirige el Banco Central Europeo) había hecho todo lo posible por hundir el sistema financiero, y que debería dedicarse menos a comer salchichas con cerveza y más a subir los tipos de interés al menos un 30%, para empezar…
Lo pasé mal, Milady, porque es un tipo simpaticorro, jovencito, que se ríe mucho, nos llevamos muy bien, y eso a pesar de que cuando le rebates sus argumentos se ríe de tí y dice tonterías (se mofó de mí cuando le hablé de contener la inflación). Y para colmo trata de elevar sus respuestas a la estratosfera poniéndose hiper técnico, de manera que aunque diga estupideces no se note. A pesar de todo, a mí me cae bien…
Pero no le tendría como consejero. Probablemente le invitaría a la fiesta de Halloween, yo iría de Juan de Mairena y él de Reina de Corazones.
Así que amada Lady Maxwell, seguid mi consejo y no me hagáis caso.
(¡Felicidades!)